Olvídate del estereotipo: la lencería no es solo "para otra persona". La magia comienza cuando te la pones:
- Aumento de confianza : el satén favorece tu piel, el encaje susurra secretos: esta sensación de “orden” te hace lucir más erguida y brillar más.
- Química tácita : Cuando te sientes imparable, la intimidad fluye naturalmente (¿quién puede resistirse a esa energía?).
0 comentarios